La mezquita de Córdoba es, sin duda alguna, el monumento más importante de Andalucía y también uno de los íconos más destacados de España, un lugar que millones de turistas visitan para descubrir su historia. No en vano, es el monumento más importante de Occidente islámico. Y es que, esta mezquita es sencillamente impresionante gracias a la combinación de estilos únicos de su arquitectura, entre los cuales se destacan el renacentista, gótico y barroco.
Aquí compartimos cinco curiosidades que seguramente no sabías sobre esta mezquita, según Teleprensa.
LA MEZQUITA MÁS GRANDE DEL MUNDO
Esta mezquita fue, en su momento, la más grande del mundo. Debemos resaltar que esta construcción tiene 23.400 metros cuadrados, por lo que en su interior daba cabida para hasta 20.000 fieles.
EL MIHRAB QUE NO ESTÁ ORIENTADO A LA MECA
Otra de las curiosidades de la Mezquita de Córdoba más interesantes es con respecto a la orientación del mihrab. Y es que, a diferencia de otras mezquitas, esta no está orientada hacia la meca, considerada como la ciudad natal del profeta.
Por el contrario, el mihrab de la mezquita de Córdoba sigue la orientación noroeste y sureste de las mezquitas Sirias, para las cuales la meca se encuentra ubicada hacia el sur.
EL PATIO DE LOS NARANJOS SIN NARANJOS HASTA 1512
Lo lógico al leer que un patio se llama los Naranjos es que en el mismo encontremos estos árboles; sin embargo hasta 1512 esto no fue así, lo que resulta un tanto curioso y más cuando consideramos que se trata de una de las partes más significativas de esta mezquita.
El patio de los Naranjos es una de las áreas más destacadas de la mezquita de Córdoba, ya que se encuentra ubicado justo en la entrada del templo en forma de rectángulo y soportales que de una forma muy bonita y simbólica abrazan la sucesión de estos árboles. Lo curioso es que, pese al nombre del patio, no fue sino hasta en 1512 cuando se plantaron, finalmente, los naranjos.
ENTIERRO DE ILUSTRES PERSONAJES
Al igual que en otros monumentos importantes, en la mezquita de Córdoba descansan los restos de algunos personajes ilustres tales como Garcilaso de la Vega, Luis de Góngora, Pablo de Céspedes e incluso se encuentran también los restos De Reyes como Fernando IV hola y Alfonso XI.
Sin duda alguna, en esta mezquita Catedral es en donde se pueden encontrar difuntos de gran renombre como los que nombramos anteriormente. Sin contar con que también se encuentran alrededor de 30 obispos, eclesiásticos, miembros de la alta nobleza, virreyes y artistas.
CONVERTIDA EN IGLESIA CON FERNANDO III
Además de su impresionante arquitectura, uno de los aspectos más destacados de la mezquita de Córdoba es su historia. En este sentido, conviene destacar que Fernando III fue el que ordenó convertir la mezquita en iglesia.
Específicamente, le ordenó a Juan de Osma, quien en aquel momento era obispo y canciller del Rey, que purificará y, al mismo tiempo, consagrara el lugar para convertirlo en una iglesia. En ese proceso se ordenó la colocación de la Cruz, así como también el pendón real. Como dato curioso, la primera misa se ofició entre los 365 arcos de herradura, lugar en el cual se rezó el Corán durante cinco siglos y, por supuesto Fernando III asistió a esa primera misa.
Por que visitar la Mezquita de Córdoba
Hay muchas razones para visitar la mezquita de Córdoba, pero una de las más destacadas es que se trata de uno de los pocos monumentos que podemos encontrar en que logra encarnar la identidad de diferentes culturas y esa identidad se logra palpar en cada uno de sus estilos arquitectónicos, además de su historia. Es por ello que las visitas a la mezquita de Córdoba son tan multitudinarias porque es un monumento histórico único en su estilo.
Se trata de un monumento con un carácter único en donde se puede observar la historia milenaria, tanto de España, como del resto del mundo. No en vano, en su momento esta mezquita se posicionó como uno de los templos más importantes en el mundo musulmán y, posteriormente, fue transformándose y mezclando una gran cantidad de estilos arquitectónicos que le dan un carácter singular que es capaz de asombrar a todo aquel que la visita.