Fundación Islámica de Chile

Artículo publicado en Infogate.cl 

En el reciente conflicto entre Armenia y Azerbaiyán, las fuerzas armenias destruyeron y profanaron mezquitas y otras edificaciones patrimoniales. La Fundación Islámica de Chile explica la importancia del patrimonio arquitectónico para la humanidad.

El patrimonio islámico se originó y desarrolló con la llegada del Islam en el siglo VII. Los principales tipos de arquitectura islámica son: las Mezquitas, palacios, fortalezas y espacios de uso público. En la época del Profeta Muhammad, se construyó por primera vez una mezquita en lo que hoy es Arabia Saudita. Si bien el desarrollo del Califato ortodoxo (632-661), el cual fue el primer estado que utilizó la arquitectura islámica en sus construcciones, estas sirvieron como inspiración al modelo posterior de edificación y conservación.

El patrimonio islámico es muy diverso, mezcla aspectos típicos de cada país, sin perder la tradición cultural y artística ligada a los principios del Islam. La calidad y diseños únicos, han iluminado entornos y embellecido las ciudades en las que el Islam se ha hecho presente, entornos que buscan representar la majestuosidad de Dios y reflejar al espectador un íntegro equilibrio entre lo espiritual y lo terrenal.

A lo largo de la historia, se ha dejado de lado e incluso menospreciado este valioso legado a la humanidad, distintos poderíos han intentado borrar por la fuerza los vestigios islámicos representados en visibles construcciones, por ejemplo, de las muchas mezquitas construidas en los Balcanes, la India, y para qué decir la Península Ibérica, poco es lo que queda, a esto se le suma las guerras y conflictos recientes, la guerra en Kosovo a fines de los 90, la guerra civil en Siria y la ocupación Armenia de territorio azerí, todo esto perpetuado bajo el silencio casi cómplice de quienes dicen proteger el valioso legado de distintos grupos y civilizaciones. La destrucción del patrimonio es un crimen contra la humanidad, es una acción concertada con una clara intención de borrar los recuerdos, legado e identidad de cada pueblo, un claro crimen que busca imponer una nueva visión y orden sobre entornos con un significado espiritual y comunitario.

El patrimonio islámico, también es patrimonio de la humanidad, es la huella y herencia dejada por esta civilización al mundo, vestigios imborrables que han traspasado y sobrevivido a los embates más difíciles de la humanidad. Por más que pretendan cambiar los orígenes islámicos de algunas de estas construcciones, muchas iglesias de Hungría, Bulgaria, Grecia y otras latitudes, seguirán orientadas a La Meca.